viernes, 6 de julio de 2012

Amores Perros



"Parece de telenovela"... si vives en Mèxico entiendes (de verdad) la expresión...
si no, basta con ver cualquier telenovela Mexicana, y después ver una película como ésta.
Basta -y sobra- con verla para comprender que la realidad mexicana no es color rosa, o roja, sino
de todos colores. 

      Los mismos sentimientos que mueven a los de arriba, también mueven a los de abajo y las contradicciones a los estereotipos se burlan de los conservadores, porque los nacos también son honrados (Octavio), el infiel también es compasivo y responsable (Daniel) y los bagabundos hacen negocios millonarios ("el Chivo").

    Siempre he dicho que èste tipo de películas del cine mexicano, que dicen reflejar la realidad, si bien lo hacen, se limitan a la realidad defeña, a la de la capilal. Al final todo aquel que fuera de México recibe èstas imágenes del mismo, termina esperando ver todo éste tipo de situaciones donde quiera que esté en el país: asaltos, juegos ilegales, violencia...

      Fuera de ello, aclaro que me gustó, me conmoviò mucho, el hecho de explicar de manera tan gráfica cómo es que en éstos lugares donde la muerte puede llegar tan fácil, la vida se torna por eso mismo más intensa, se quiere con más pasión, se rie con más ganas y, por qué no? se tiene sexo con más pasión.

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